En efecto, la mayoría de los líquidos viscosos -una categoría bastante amplia que tiene lugar para cosas tan dispares como la miel, la sangre y los aceites minerales- “sufren” del llamado Efecto Kaye. Arthur Kaye descubrió en 1963 que, cuando una de estas sustancias cae sobre un recipiente, tiende a formar una especie de columna debido a que la velocidad con la que se aporta líquido es mayor a la velocidad con la que se desparrama por el fondo del contenedor debido a su alta viscosidad. En algún momento, y durante periodos de tiempo muy cortos (menores a una tercera parte de un segundo) dentro de esa columna se forman concavidades que hacen que el chorro de líquido que cae se desvíe nuevamente hacia arriba.
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=wmUx-1o3Lzs
A medida que se sigue vertiendo más liquido, este chorro ascendente se hace cada vez más vertical hasta que -inevitablemente- choca con el que cae. En ese momento, todo vuelve a la “normalidad” y el ciclo comienza a empezar. Lo corto de la duración de este fenómeno hace que muchas veces pase desapercibido, pero filmando el evento con una cámara de alta velocidad -los vídeos que te mostramos tienen unos 1000 frames por segundo- puede apreciarse la belleza detrás del caos.
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