Café:  El consumo del café ha estado vinculado a la disminución del riesgo de  sufrir diabetes tipo 2, debido a su alto contenido de antioxidantes.  “Contribuye a evitar la resistencia a la insulina y hay investigaciones  que señalan un efecto protector contra el cáncer de mama y de hígado,  además de que incrementa el rendimiento físico”, explicó Ruth Pedroza,  del Programa de Ingeniería en Alimentos de la Universidad  Iberoamericana.Sin embargo, es peligroso consumir más de cuatro tazas de  café al día, porque se corre el riesgo de taquicardia, insomnio y  ansiedad.
Agua: Es la forma más sencilla de hidratarse, porque aporta minerales  que favorecen al aumento del calcio. Es recomendable que su consumo  represente el 80% de líquidos consumidos durante el día. La organización  mundial de la salud recomienda beber 2 litros al día.
Energizantes: Sí, pero sin alcohol. Estos estimulan el rendimiento  físico y mental, las reacciones se vuelven más veloces y la  concentración mayor, y aceleran el estado de alerta. Contienen taurina,  cafeína y vitaminas de complejo B.Según la Organización Mundial de la  Salud su consumo máximo debería ser dos latas al día. “Pero nunca con  alcohol, pues la combinación crea una falsa sensación de estar más  alerta, pero sólo disfraza los efectos depresivos del alcohol”, explica  Mary Claire O’Brien, profesora de Medicina de Urgencias de la  Universidad Wake Forest en los Estados Unidos.
Gaseosas: El consumo excesivo de gaseosas es el gran responsable de la  obesidad y sobrepeso en el mundo, así como del aumento de hipertensión y  diabetes, debido a su alto nivel de azúcar. Sólo una lata de gaseosa  normal equivale a 13 cucharadas. En México se consume alrededor de 160  litros de persona por año, lo que viene a ser 64 mil calorías y 9 kilos  más. Contribuye a la mala absorción de calcio, a alteraciones digestivas  y a la aparición de caries.
Bebidas hidratantes: Se recomienda tomarlas solo después de hacer  ejercicios. “Debido a la sudoración durante la actividad física se  pierden líquidos y minerales que el agua simple, por su composición, no  puede reponer, de ahí que se eche mano de este tipo de bebidas, pues  contienen electrolitos -sodio y potasio- y carbohidratos, que te dan  energía”, dice la Lourdes Mayol, nutrióloga del Colegio Mexicano de  Nutriólogos.
Alcohol: Dos cosas que debes saber sobre el alcohol: lo importante es  cuánto se toma y la cantidad que una persona puede consumir de acuerdo a  su edad, peso, estado físico y de ánimo.Una mujer es más propensa a que  el alcohol le afecte negativamente, por lo tanto, nunca podrá beber  como un hombre, debido a su volumen corporal y a su metabolismo más  lento. Si tomas entre 1 y 3 tragos: sentirás desinhibición. Entre 4 y 5  tragos: la velocidad de los juicios y las decisiones se vuelve lenta.  Entre 6 y 8 tragos: marcada afectación física. Más de 8: los movimientos  no se controlan.
 

 
 


0 comentarios:
Publicar un comentario