En general, la gente suele asustarse cuando escucha que un niño posee algún trastorno, limitación o capacidad especial. Sin embargo, hay algunos síndromes que no son necesariamente limitaciones, sino que sólo son representan un estilo de vida diferente.
El Síndrome de Asperger es un tipo de autismo, que se presenta en tres de cada siete niños por mil diagnosticados, en edades que van de los 7 a los 16 años. Se manifiesta durante el desarrollo del cerebro, y se caracteriza por producir deficiencias en la coordinación motora, en la interacción social e inusuales patrones de conducta.
Un niño que padece esta enfermedad tiene un aspecto físico completamente normal. Muchas veces, son niños inteligentes que no muestran problemas en el desarrollo del habla, incluso algunos de estos, aprenden a leer solos por propio interés. No obstante, dichos niños poseen problemas en el comportamiento, en relacionarse con los demás y suelen tener actitudes inadecuadas.
Además, los Asperger fijan su atención temas concretos y se obsesionan con ellos. La psicopedagoga Gema Espinoza, señala a partir de su experiencia con un niño que padecía el síndrome, que éste tenía buenas notas en el colegio, pero que se comportaba de manera muy inquieta. “Algunas veces se columpiaba en el silla mucho rato y era muy difícil pedirle que dejara de hacerlo, porque él se trastornaba con la idea de seguir. Si bien, lo niños suelen tener ese tipo de conductas, en él era más notorio”, cuenta la especialista.
En general, las personas Asperger tienen problemas para relacionarse, debido a que les cuesta reconocer las señales paralingüísticas o no verbales de otras personas, e incluso, las propias. Es por ello, que al comunicarse con el resto, parecen torpes, excesivamente directos y poco diplomáticos. Algunos especialistas, incluso, los catalogan como personas con comportamientos increíbles, por su entendimiento absolutamente racional.
Cuando un niño Asperger es tratado desde la infancia con terapeutas, en el futuro, puede llevar un estilo de vida completamente normal. “Un niño que recibió atención profesional, puede perfectamente insertarse en la sociedad, conseguir trabajo y tener una familia”, explica Espinoza.
Es sólo un estilo de vida diferente
Muchas personas que padecen el síndrome, creen que Asperger no puede catalogarse como una enfermedad, sino simplemente una forma de ser. “Actúan completamente normal, solo que a veces se obsesionan con algunas cosas, es por eso que, en algunos casos, es mejor incorporarlos a colegios especiales, que se limiten exclusivamente a ayudar a los niños en su desarrollo”.
Ciertos Asperger, son más retraídos, pero cuando tienen que hablar, lo hacen con mucha franqueza, la cual algunas veces, puede incomodar. Para muchos que padecen el síndrome, no se trata de una limitación ni nada parecido, sino que sólo corresponde a una forma de ser diferente.
Algunas personas que se consideran genios en diferentes disciplinas, han padecido Asperger. Albert Einstein, Isaac Newton, Bill Gates, Steven Spielberg, entre otros. Estos brillantes personajes han hecho de su vida un cúmulo de éxitos, y aportes a la sociedad. Es por ello, que lo más importante, es que los padres potencien las habilidades de sus hijos Asperger, así podrán sacar provecho de las capacidades de sus hijos y potenciarlos como futuros talentos.
El Síndrome de Asperger es un tipo de autismo, que se presenta en tres de cada siete niños por mil diagnosticados, en edades que van de los 7 a los 16 años. Se manifiesta durante el desarrollo del cerebro, y se caracteriza por producir deficiencias en la coordinación motora, en la interacción social e inusuales patrones de conducta.
Un niño que padece esta enfermedad tiene un aspecto físico completamente normal. Muchas veces, son niños inteligentes que no muestran problemas en el desarrollo del habla, incluso algunos de estos, aprenden a leer solos por propio interés. No obstante, dichos niños poseen problemas en el comportamiento, en relacionarse con los demás y suelen tener actitudes inadecuadas.
Además, los Asperger fijan su atención temas concretos y se obsesionan con ellos. La psicopedagoga Gema Espinoza, señala a partir de su experiencia con un niño que padecía el síndrome, que éste tenía buenas notas en el colegio, pero que se comportaba de manera muy inquieta. “Algunas veces se columpiaba en el silla mucho rato y era muy difícil pedirle que dejara de hacerlo, porque él se trastornaba con la idea de seguir. Si bien, lo niños suelen tener ese tipo de conductas, en él era más notorio”, cuenta la especialista.
En general, las personas Asperger tienen problemas para relacionarse, debido a que les cuesta reconocer las señales paralingüísticas o no verbales de otras personas, e incluso, las propias. Es por ello, que al comunicarse con el resto, parecen torpes, excesivamente directos y poco diplomáticos. Algunos especialistas, incluso, los catalogan como personas con comportamientos increíbles, por su entendimiento absolutamente racional.
Cuando un niño Asperger es tratado desde la infancia con terapeutas, en el futuro, puede llevar un estilo de vida completamente normal. “Un niño que recibió atención profesional, puede perfectamente insertarse en la sociedad, conseguir trabajo y tener una familia”, explica Espinoza.
Es sólo un estilo de vida diferente
Muchas personas que padecen el síndrome, creen que Asperger no puede catalogarse como una enfermedad, sino simplemente una forma de ser. “Actúan completamente normal, solo que a veces se obsesionan con algunas cosas, es por eso que, en algunos casos, es mejor incorporarlos a colegios especiales, que se limiten exclusivamente a ayudar a los niños en su desarrollo”.
Ciertos Asperger, son más retraídos, pero cuando tienen que hablar, lo hacen con mucha franqueza, la cual algunas veces, puede incomodar. Para muchos que padecen el síndrome, no se trata de una limitación ni nada parecido, sino que sólo corresponde a una forma de ser diferente.
Algunas personas que se consideran genios en diferentes disciplinas, han padecido Asperger. Albert Einstein, Isaac Newton, Bill Gates, Steven Spielberg, entre otros. Estos brillantes personajes han hecho de su vida un cúmulo de éxitos, y aportes a la sociedad. Es por ello, que lo más importante, es que los padres potencien las habilidades de sus hijos Asperger, así podrán sacar provecho de las capacidades de sus hijos y potenciarlos como futuros talentos.