Cadillac su historia y sus logros.
Henry M. Leland que fue socio de Henry Ford, decidió en 1903 separarse de él y montar un negocio por su cuenta basado en un humilde coche monocilindrico fabricado en Detroit cuyo precio era de 750 dólares: el "Standard of the World". Pero Cadillac ya gozaba de cierta reputación antes de convertirse en uno de los socios fundadores del grupo General Motors en 1909. Poco después, Cadillac pasó a ocupar la posición hoy ya tradicional a la cabeza de la jerarquía social de GM, compartiendo componentes e incluso carrocería con marcas no tan distinguidas como Buick y, posteriormente, La Salle, pero siendo el primer coche de GM en adoptar innovaciones técnicas.
El primer Cadillac V8 se puso a la venta en 1914, y el primer año se vendieron nada menos que 13.000 unidades, prescindiendo pronto de motores menos potentes.
A partir de 1928, se adaptó a los modelos de Cadillac la primera transmisión sincronizada del mundo y, en 1930, le siguió un extraordinario aunque increiblemente caro motor V16 de 7,4 litros, junto a un motor V12 de 5,7 litros.
El V12 y el V16 no tuvieron gran demanda, pero sentaron las bases de las ambiciones y categoría de CadilIac. Desde entonces hasta nuestros dias, Cadillac ha sido la marca de prestigio de GM, logrando grandes cuotas de ventas. Hasta los 80, el motor de Cadillac era V8 (el diseño se actualizaba con regularidad, ampliándolo y aumentando su potencia). Desde 1941, casi todos los vehiculos montaron transmisiones automáticas y, en los años anteriores y posteriores a la guerra, existia una amplia gama de modelos -sedanes, limusinas, descapotables y, por supuesto, la quintaesencia de los inventos americanos, la limusina "elástica".
Con Cadillac situada a la cabeza de la jerarquía social de GM, que incluía a Chevrolet, Pontiac, Buick y Oldsmobile, desapareció la necesídad de seguír avanzando en el campo de las innovaciones técnicas y, en los años 50, la atención se centró en la línea del vehículo. El Cadíllac constituyó la culminación de la obsesión de Detroit por los parabrisas envolventes y redondeados y las exageradas aletas traseras, que llegaron a alcanzar dimensiones absurdas hacia 1963 y que sólo empezaron a recortarse en los años siguientes.
Después, Cadillac rompió filas anunciando el lanzamiento del sorprendente cupé Eldorado, con un nuevo sistema de transmisión delantera. Se trataba de un cuatro plazas muy vinculado al diseño de su contemporáneo Oldsmobile Tornado, aunque no menos llamativo por ello. En ese momento, Cadillac fabricaba más de 200.000 coches al año, cifra que se elevaria a 300.000 en 1973. Con el colapso de la economía amerícana, Cadillac también comenzó a reducir el tamaño de los coches. En este contexto se presentó el Seville, de tamaño medio, al que posteriormente se le iban a montar los motores V6 e incluso un motor diesel V8 y, por último, se lanzó un modelo llamado Cimarrón basado en el Opel Ascona, con tracción delantera y motor de cuatro cilindros.
La potencia máxima del vehículo se redujo desde los 396 CV (potencia bruta) de 1970 a menos de la mitad en 1975, como consecuencia de las últimas leyes de emisión de gases. Por otro lado, el peso de los coches siguió aumentando -desde 2.000 kg a finales de los 60 a 2.300 kg- pocos años más tarde, tendencia que sólo se frenó a causa del inexorable programa de reducción de tamaño. El público no se quejó. Durante los años 80, se vendieron más de 300.000 coches cada año, con esporádicos fracasos comerciales como el Allante. En los últimos años, Cadillac sigue siendo la marca con mejor equipamiento, la más lujosa y cara de la gama de GM.
Nombres famosos y tradicionales como Seville, De Ville, Eldorado y Fleetwood estuvieron. siempre presentes, y en los 90 se fabricó de nuevo el V8. A finales de siglo, Cadillac sigue disfrutando de un éxito espectacular, pese a que la cifra de ventas anuales descendió a 170.000 en 1997. Los adelantos técnicos le han llevado a fabricar casi todos sus modelos con tracción delantera, siempre con un potente motor (algunos de hasta 300 CV), y con una línea mucho más suave.
citroen y su historia
A los franceses no les hace gracia la idea de que una de sus leyendas de la historia del automóvil, André Citroen, sea de ascendencia polaco holandésa. Además tampoco procedía de una familia de ingenieros: se trataba más bien de un visionario, hijo de un comerciante de diamantes de origen judío. El primer negocio que Citroen montó en Paris a principios del siglo 20 fue una empresa de talla de engranajes; en 1906 la compañía comenzaría a dedicarse a la fabricación de motores para coches, por encargo de Sizaire Naudin. Poco después, .construiría una nueva fábrica de enormes dimensiones a orillas del Sena. Posteriormente, Citroen comenzaba ya a plantearse la posibilidad de fabricar coches, aunque todavía tendría que pasar algún tiempo para que esto ocurriera. Entre tanto, también encontraba tiempo libre para dirigir la compañía automovilística Mors, cercana a la suya propia. No obstante esta empresa no ofrecía beneficios espectaculares; de hecho hasta después de la visita de Citroen a los Estados Unidos, en la que entra en contacto con las técnicas de producción masiva, no comenzará a prosperar. Durante la Primera Guerra Mundial, Citroen inaugura otra fábrica en Quai de Javel, en Paris, de la que a diario saldría una enorme cantidad de armamento. A partir de 1919, daria inicio a la fabricación de coches con su propio logotipo. El pionero seria el modelo A, un coche convencional dirigido al mismo sector de mercado que Renault y Peugeot. Durante los años 20 Citroen adquiere el consorcio C1emcnt¬Bayard e introduce nuevos modelos a su línea de vehículos. En 1924 ya se habían vendido un total de 150.000 ejemplares de la marca. En cierta medida este gran éxito se debe a su entusiasmo personal por las carrocerías de producción en masa. De todos modos, su compañía parecía no producir capital suficiente para cubrirse las espaldas de cara al futuro; así, casas como Ford o GM hacen caso omiso a las solicitudes de respaldo económico que la empresa gala les envía. A finales de la década, con todo, Citroen se erige en uno de los mayores fabricantes de coches de Europa, con unas cifras de producción que en 1929 llegaron a las 92.000 unidades. Este crecimiento se debe en gran parte al éxito experimentado por el modelo e "Tref1e" 5 CV. La depresión no tardaría en dejar notar sus efectos, repercutiendo negativamente en las ventas. Para asegurar la supervivencia a lo largo de la dura década de los 30, hubiese bastado con mantener en producción automóviles baratos y convencionales como hasta el momento. No obstante, el propio Citroen, como buen visionario que era, se lanza a la fabricación de un nuevo modelo con la aspiración de alcanzar un rotundo éxito mundial. Su iniciativa puede haberse visto motivada por una serie de visitas a los Estados Unidos y, en especial, a la Budd Corporation, dedicada a la fabricación de las primeras carrocerías monocasco.
0 comentarios:
Publicar un comentario